Tenemos que remontarnos a la ciudad de New York hasta Febrero de 1908, cuando miles de mujeres que trabajaban en la confección, se declararon en huelga y marcharon por la ciudad para protestar contra sus condiciones laborales, ya que trabajan con salarios muy bajos, pero además sufrían de acoso sexual.

En honor a estas huelgas que se prolongaron por más de una año, el 28 de Febrero de 1909, se celebró por primera vez en Estados Unidos el Día Nacional de la Mujer.

En la Conferencia Internacional de Mujeres Trabajadoras de 1910 y gracias a la Alemana, Clara Zetkin, se convirtió este día también en uno internacional que abogaba por el sufragio de las mujeres. Gracias a este esfuerzo, el reconocimiento de este día se dio en gran parte de Europa.

Aunque el Día Internacional de la Mujer había comenzado con la acción del movimiento sindical de mujeres en los Estados Unidos, tomó su forma verdaderamente revolucionaria en Rusia en 1917.

En 1913 llegó a Rusia donde además había disturbios por otras razones. Fue en el contexto de un país agotado por la guerra, la escasez generalizada de alimentos y la creciente protesta popular que la manifestación del Día Internacional de la Mujer de 1917 se llevó a cabo el 8 de marzo en el calendario ruso, lo que indica la importancia de la fecha de las conmemoraciones hoy.

A pesar de las directrices iniciales de los líderes revolucionarios, las protestas que comenzaron el 8 de marzo se convirtieron en huelgas masivas diarias de trabajadores de todos los sectores exigiendo pan, mejores derechos y el fin de la autocracia. Una semana después, el zar abdicó, señalando la caída del Imperio ruso y allanando el camino para el socialismo y la formación de la Unión Soviética en 1922.

Se piensa que estas manifestaciones provocaron la abdicación del zar Nicolás y el fin de la dinastía Romanov. De todas las manifestaciones realizadas gracias al Día Internacional de la Mujer, esta fue probablemente la más trascendental.

Las mujeres rusas reclamaron – y obtuvieron – el derecho al voto en 1917 como consecuencia directa de las protestas de marzo y después de que más de 40.000 mujeres y hombres volvieran a tomar las calles exigiendo el sufragio universal. Esto convirtió a Rusia en la primera gran potencia en promulgar leyes sobre el sufragio femenino, un año antes que Gran Bretaña y tres años antes que Estados Unidos. De hecho, las sufragistas en el Reino Unido y sus contrapartes en los Estados Unidos miraron a Rusia como un ejemplo y sostuvieron lo que vieron como el progreso del país y la liberación de las mujeres como un espejo de sus propios gobiernos, advirtiendo que se estaban quedando atrás.

Los movimientos de mujeres, ya sea por sufragio o derechos laborales, siempre han tenido una conexión internacional. La sufragista británica Emmeline Pankhurst que visitó Rusia en junio de 1917 y la creación de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad durante la Primera Guerra Mundial son ejemplos de estos vínculos globales de principios del siglo XX.

Sin embargo, la celebración del Día Internacional de la Mujer en sí no tuvo tanto peso en los Estados Unidos durante el siglo XX como en otros países, en gran parte debido a sus asociaciones políticas con la Unión Soviética y el socialismo en medio de las crecientes tensiones de la Guerra Fría.

La ONU estableció este día hasta 1975 y esto puede explicar de alguna manera por qué el día todavía no es tan ampliamente reconocido en los EE. UU., el día de hoy tanto como en otros lugares, aunque no es una coincidencia que marzo sea el Mes de la Mujer de la nación.

Así que aunque este día se originó en los Estados Unidos, en este país no se celebre tanto como en el resto del mundo.